Hace algunos años, mi cuñada se me acercó preocupada después de que su hija adolescente le dijo: «Mamá, nos vestimos exactamente igual». Esa declaración me impactó. ¿Realmente las mujeres mayores de 40 se visten como adolescentes, o son las adolescentes quienes quieren verse mayores e imitan el estilo de sus madres? Esta conversación me hizo preguntarme: ¿acaso la moda tiene una edad? ¿Deberíamos siquiera vestirnos según nuestra edad? Decidí explorar esta afirmación.

Históricamente, era evidente cuándo los niños debían cambiar su forma de vestir. Durante siglos, habían normas específicas que marcaban la transición de la infancia a la adultez, estaban señaladas por códigos de vestimenta muy claros. Las niñas, por ejemplo, solían empezar a usar vestidos más largos y cubrir más piel al entrar en la etapa de la madurez, e incluso, en algunas culturas, este cambio incluía el uso de velos o cubrir su cabello, a menudo esto se vinculaba con momentos religiosos importantes en la vida de un niño o niña. Estos hitos, que simbolizaban la transición a la adultez, eran estrictos y bien definidos.

Sin embargo, hoy en día, las líneas entre la niñez, la adolescencia y la adultez son mucho menos claras. Ya no existe un momento preciso en el que los niños o niñas «crecen», y esa ambigüedad ha permeado el mundo de la moda. ¿Cuándo exactamente deberíamos dejar de vestirnos como adolescentes? ¿Existe realmente el término “vestirse como adolescente”? ¿Y qué significa «vestirse acorde tu edad» en una época en la que la moda ha evolucionado hacia una expresión de libertad personal?

Líneas finas entre la edad y la moda

En las últimas décadas, varios cambios sociales han contribuido al desdibujamiento de las normas generacionales en la moda. El auge vertiginoso de la moda rápida, la creciente presencia de las mujeres en el ámbito laboral y social, y la evolución de las definiciones de belleza han contribuido a un mundo en el que las distinciones entre la ropa apropiada para cada edad son cada vez menos pronunciadas.

Además, la industria de la belleza y el antienvejecimiento ha prosperado, prometiendo una juventud prolongada y animando a las personas a mantener una apariencia juvenil incluso en su edad madura, sabiendo que hay una estrecha correlación entre cómo te ves y cómo te sientes. Es decir: verse joven, sentirse joven. La presión social para parecer joven también se ha visto reforzada por plataformas de redes sociales como Instagram, donde la juventud y la apariencia suelen ser el centro de atención.

Como resultado, las mujeres mayores de 40 años a menudo se sienten atraídas por estilos que usan generaciones más jóvenes, no necesariamente para imitarlas, sino porque estas prendas suelen ser más prácticas, cómodas y accesibles. Por otro lado, las mujeres más jóvenes pueden adoptar estilos más sofisticados, tradicionalmente asociados con generaciones mayores. El deseo de parecer más maduras, especialmente en entornos profesionales o sociales, puede llevar a las adolescentes y a las jóvenes a seleccionar ropa que se asemeja a la de los guardarropas de sus madres.

¿Aún existe una «forma correcta» de vestirse según tu edad?

Con el cierre de la brecha generacional de la vestimenta, el concepto de «vestirse según tu edad» se está volviendo cada vez más obsoleto. Atrás quedaron los días en que el guardarropa de una mujer debía cambiar drásticamente al alcanzar ciertos hitos, como los 30, 40 o incluso 50 años. Recuerdo haber visto en revistas de moda —las cuales me obsesionaban en mis 20— artículos destinados a enseñar a las mujeres cómo vestirse en cada década de su vida. Hoy esos artículos escasean y podrían parecer políticamente incorrectos. Las mujeres de hoy están creando sus propias reglas de moda, combinando prendas que se adaptan a sus estilos de vida, personalidades y cuerpos, independientemente de su edad.

Por ejemplo, una mujer de 40 años podría optar por unos jeans rotos y una camiseta gráfica de moda, no porque esté tratando de «parecer joven», sino porque refleja su estado de ánimo para ese día: casual, bonita y no tan seria como parece. Del mismo modo, una adolescente podría usar un blazer muy estructurado porque refleja su estilo personal y no porque esté tratando de parecer mayor, o quizás quiera proyectar una imagen más profesional en un entorno corporativo. Ambas están eligiendo expresarse a través de la moda, en lugar de conformarse a reglas rígidas sobre lo que es o no apropiado para su edad.

El papel de los íconos de la moda

Parte de la razón por la que la brecha generacional en la moda se ha reducido se debe al surgimiento de íconos de la moda multigeneracionales. Celebridades como Jennifer Lopez, Victoria Beckham y Sarah Jessica Parker continúan haciendo audaces declaraciones de moda bien entrados los 50 años, influyendo a menudo en generaciones más jóvenes en el proceso. Por otro lado, influencers como Zendaya y Billie Eilish rompen fronteras con sus estilos únicos, demostrando que la expresión personal de la moda trasciende la edad.

Las redes sociales también han jugado un papel enorme en la democratización de la moda. Ahora, cualquiera puede convertirse en un influyente en el estilo, independientemente de su edad o antecedentes. Plataformas como Instagram y TikTok muestran personas de todas las edades experimentando con tendencias, desde fashionistas de la Generación Z hasta mujeres maduras que muestran su belleza atemporal y estilo personal.

La moda es personal, no impuesta

La idea de que debes vestirte «según tu edad» está siendo reemplazada lentamente por la noción de que debes vestirte para ti misma. Ya sea que tengas 20, 40 o más años, la regla de moda más importante es usar lo que te haga sentir segura y cómoda. En lugar de conformarse a estándares desactualizados, la moda moderna fomenta la autoexpresión, la experimentación y la ruptura de fronteras.

La moda ya no se trata de encajar en un molde específico dictado por la edad. Se trata de encontrar lo que resuena contigo personalmente. Si eso significa combinar un vestido juvenil y liviano con una chaqueta de cuero elegante a los 50, o descubrir looks atrevidos y experimentales a los 20, ¡adelante!

La nueva era de la moda

En el mundo actual, la moda no tiene edad. Las fronteras que alguna vez dictaron lo que era «apropiado» para diferentes grupos de edad se han disuelto, dándonos la libertad de expresarnos como queramos. El concepto de «vestirse según tu edad» ha dado paso a un enfoque más inclusivo e individualista del estilo.

Al final del día, la moda debería tratarse de sentirse bien en tu propia piel, sin importar tu edad. Carolina Herrera dijo: «todo el mundo debe tener un gran espejo en su casa que le dé una mejor perspectiva de lo que están usando». Tener un ojo crítico es una excelente manera de encontrar tu voz interior y el estilo que más favorece a cada persona, más allá de la edad, sin importar si tu estilo es clásico o prefieres las últimas tendencias.

La única edad que realmente importa en la moda es de la edad que te sientes.

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